miércoles, 6 de marzo de 2013

El vampiro

Autor: Daniel Sánchez Arufe

El vampiro de Charles Baudelaire

    Tú que, como una cuchillada;
    Entraste en mi dolorido corazón.
    Tú que, como un repugnante tropel
    De demonios, viniste loca y adornada,
    Para hacer de mi espíritu humillado
    Tu lecho y tu dominio.
    ¡Infame a quien estoy ligado
    Como el forzado a su cadena!,
    Como al juego el jugador empedernido,
    Como el borracho a la botella,
    Como a la carroña los gusanos.
    -¡Maldita, maldita seas tú!
    Supliqué a la rápida espada
    Que conquistara mi libertad
    Y supliqué al pérfido veneno
    Que sacudiera mi ruindad.
    ¡Ay!, el veneno y la espada.
    Me desdeñaron diciéndome:
    -No eres digno de que se te libere
    De tu esclavitud maldita.
    -¡Imbécil! -Si de su dominio
    Te libraron nuestros esfuerzos,
    Tus besos resucitarían
    El cadáver de tu vampiro.

    Valoración personal: El autor se siente dolido y traicionado por la mujer que amaba y se queja porque dice que es como si le hubiesen dado una puñalada por la espalda.

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